viernes, 17 de septiembre de 2010

Miedo

Desde hace varios días, este tema me ha dado vueltas en la cabeza, todos sentimos miedo, aunque siempre hay más de un fanfarrón que lo negará, está bien, ha de temer que descubran su debilidad, jajaja, se que el tema es bastante trillado y aun mas lo que se dice de él, pero es base para el proyecto de este blog, lo digo porque a muchas veces no le encuentro otra explicación a la falta de acción de un grupo social, por no decir mi sociedad Chapina.

Precisamente hoy hablaba de los miedos infundados, por los prejuicios, si esos que ameritan un tema aparte y que seguramente del cual escribiré acá mismo, hablaba de mi juventud y de las peleas que nunca se dieron, peleas de puños de esas que se dan en la escuela, y todo  porque de alguna manera había visto previamente como unos de mis rivales en progreso habían peleado contra otros incautos y basado en esa observación tome la decisión de no luchar contra ellos mientras pudiera conservar los dientes o a menos claro está que la situación se tornara un si o si, lo cual gracias a Dios nunca ocurrió, haaaa tiempos aquellos, ese es mi ejemplo de miedo por prejuicios, se que una tonta pelea para determinar quién era el mejor en aquel momento no vale para nada la pena, sin embargo si trasladamos esas luchas a un terreno más significativo, como por ejemplo en el terreno laboral, familiar, social incluso político, las cosas cambian.

Por ejemplo en el terreno laboral, constantemente vemos a personas que se desarrollan de una manera bastante eficaz obteniendo éxito en su diaria labor y como buenos miembros de la sociedad chapina hemos de compararnos y a veces decir –No es que ese cuate, si es bueno y la hace.  Respondiendo así a una hipotética pregunta de que porque no hemos evolucionado.

Queeee!, bueno esa sería mi respuesta al oír semejante negativismo y más si vienen de mí,  no soy psicólogo, pero creo que solo con decirlo automáticamente nos ponemos un nivel por debajo del supuesto exitoso compañero, perdiendo, como me paso en el caso de las peleas, la batalla que nunca inicio y probablemente nunca iniciara y no es una batalla contra el tipo aquel, de ninguna manera, es una batalla contra nosotros mismos para romper el lastre que nos ancla en la inercia y seguridad de nuestro nicho privado de estancamiento y cambiar lo que hoy hacemos “bien” por hacerlo “mejor” y con “calidad”, estoy seguro que aquel eficiente empleado, también tiene problemas, tiene que enfrentar situaciones difíciles a demás de realizar su tarea y pregunto que ¿acaso nosotros no nos enfrentamos a lo mismo?, sabias son las palabras las de mi padre que siempre me dice que  todos somos iguales con las mismas capacidades físicas y oportunidades y la diferencia radica en las actitudes y decisiones que tomamos, claro hablando de la gran mayoría, es evidente que algunas personas nacen con deficiencias otras en medios donde las oportunidades simplemente no se dan, pero no es tiempo de crear nosotros mismos nuestras oportunidades, no es tiempo de vencer nuestros miedos, uno a uno, no es tiempo de crecer de desarrollar de evolucionar?

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